viernes, 9 de octubre de 2015

La verdad sobre el caso Harry Quebert” de Joël Dicker

Las editoriales llevan años bombardeándonos con libros de intriga, en su mayoría bastante flojos. Cuando lees la última página de alguno de ellos, si es que consigues llegar a ella, tienes la espantosa sensación de no haber aprendido nada y haber perdido el tiempo.
No es el caso “La verdad sobre el caso Harry Quebert” de Joël Dicker, un soplo de aire puro dentro de su género. El reclamo es muy simple: Nola, una niña de 15 años desparece misteriosamente el último día de agosto de1975. Treinta y tres años después, sus restos, enterrados todo ese tiempo, emergen a la superficie. La atención del lector, a partir de ese momento, se centra en saber quien la mató y por qué, pero ¿cuál son los otros misterios ocultos detrás del crimen?


El más importante y fundamental es  lo que sucedió a lo largo del verano de 1975. Nola logra encumbrar a Harry como uno de los mejores escritores de América, con un único recurso, su generosidad. El descubrimiento de lo que pasó te llena de tristeza y congoja ante lo injusto de su destino.
Otro de los misterios del libro es el contraste entre Aurora y Nueva York. El primero, un pueblo costero de New Hampshire donde nunca pasa nada, hasta que pasa, y la segunda,  rutilante y desalmada gran ciudad, donde el dinero siempre está en movimiento y no repara en víctimas. Abogados, periodistas y empresas editoriales donde el talento del escritor queda en un segundo plano.
Dentro de las casas de Aurora encontramos a los prototipos más simples de la maldad humana. Personas que engendran envidia, rencor, fanatismo, ceguera y todo aquello que nos hace ser minúsculos. Todos ocultan algo, todos sin excepción. Su mezquindad y su estrechez de miras, ayudarán, sin ellos pretenderlo, a la resolución del misterio.  
Se nos dará a conocer la amistad entre el escritor de la novela Marcus Goldman  y Harry Quebert, alumno y profesor. Un vínculo profundo que se llena de matices y que necesariamente da un giro brusco porque como – casi siempre sucede – nada es lo que parece.
Ahí queda mi reflexión. Disfrutad del libro de Nola y Harry, de su amor. Si, aunque a veces cueste creerlo, el amor y la amistad verdaderos existen. Aunque haya pastores fanáticos, policías corruptos, editores sin escrúpulos, personas atormentadas y vengativas y un largo circo de seres nocivos que entierran a Nola durante treinta y tres años.

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