viernes, 9 de octubre de 2015

El héroe discreto. Mario Vargas Llosa


La mayoría de los escritores contemporáneos laureados que he leído conocen su oficio, escriben bien. Pero LITERATURA (con mayúsculas), esa que además de engancharte, enseñarte, hacerte pensar, pero sobre todo descubrir lo inconmensurable que es la palabra escrita, en este caso en español, esa LITERATURA, sólo la sabe llevar a buen fin Mario Vargas Llosa. Pocos más. 

De una forma concisa, pero rotunda, desgrana el día a día en la vida de dos hombres en su madurez, Felícito Yanaqué e Ismael Carrera. Dos historias que finalmente se solapan para poner de manifiesto algunos de los males del mundo moderno y los peajes que hay que pagar por el desarrollo en un Perú que crece y se sacude la pobreza, pero que - al mismo tiempo - no puede liberarse de sus problemas endémicos, como la corrupción y la solidaridad mal entendida. 

La corrupción, el progreso y sus víctimas dentro de un mundo boyante que reposa en la falta de honor y dignidad, por las que luchan Felícito e Ismael. El primero lleva estas consignas grabadas a fuego. El segundo simplemente siente un odio justificado hacia lo que debería querer, y en su espiral de destrucción genera efectos colaterales.

Vargas Llosa ha presumido de ser un librepensador, nunca ha comulgado con los populismos. Lo dejó claro en su discurso con motivo de la entrega del Premio Nobel, así como cuando esgrime que Perú y España son dos caras de la misma moneda. En este libro todos estos tópicos se exponen de forma lúcida y sin sombras. Él tiene el privilegio de poder decir lo que opina sin tapujos, porque ya ha conquistado su lugar en el mundo.

Este libro tiene, sin embargo, algún pero. No es de sus libros más elaborados, quizás para recordar tiempos mejores introduce personajes del pasado. Lejos quedan títulos como 'La guerra del fin del mundo', donde el detallismo a la hora de describir a los personaje resulta en algunos casos apabullante y donde el círculo de la trama y los protagonistas se cierra de una forma fatal, pero mágica. En 'El héroe discreto' quedan cabos sueltos, uno de los personajes desaparece, repentinamente justo al final de la trama, sorprende que Vargas Llosa no sea capaz de cerrar el círculo.


Dicho todo lo anterior, por favor, leed el libro. No hay muchas ocasiones en los tiempos que corren de tener algo así entre las manos.




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