Un año más, ARCO entra en nuestras vidas... Con todo lo que ello conlleva. Comenzando con el estilismo de LetiZia, que siempre da que hablar. Este año, apostando por el rojo pasión, color de España y su protesta muda ante los ataques de nuestros enemigos internos. No suelo alabar a la Reina, porque me parece demasiado ficticia, pero aplaudo su decisión y la pongo como ejemplo de sutileza e inteligencia femenina.
Bien, pues nada, con mi entrada de Profesional en el mundo del Arte, y sin miedo a nada, ni prejuicio alguno - ni estético, ni político - he entrado en el santuario del Arte Moderno, ARCO, quede este dato para la Historia Universal. Poniendo el acento en el aspecto estético, y con el objetivo de mimetizarme con el entorno, me he calzado unas zapatillas de deporte de color estridente y un abrigo de imitación de piel de leopardo, así por darle un toque adecuado a mi presencia en ARCO, lástima que nadie se haya dado cuenta.
Tras franquear las puertas y con aire de desenfado, gafas fashion y mirada incisiva, he comenzado a pasearme por los stands de los galeristas, teniendo claro lo que quería ver, a saber, obra de arte que incluya 'materia prima', entendiendo por este concepto, sustrato entendible y analizable. No una bazofia de mensaje torticero y obvio con el que el artista pretende descubrirnos lo obvio.
¡Hijo mío! Si el dinero es falso y acuñado por un Estado ficticio, sólo te queda irte a vivir a una ciénaga, como hizo Henry David Thoreau, y comer saltamontes en salsa de cieno. No se te ocurra exponer en una Feria de Arte que no esconde su amor por el Capitalismo y su deseo de vender obras a gente que tiene dinero. Que - como es obvio, natural y sabido - son magnates que dan forma a los Estados ficticios. Hipocresía en estado puro. Huir y salir corriendo me parece poco. Lástima que no pueda, porque tengo que parecer calmada, entendida. Las gafas fashion no puedo quitármelas, es parte del show. Confieso que he entendido tarde el juego, y así me ha ido, es decir, se trata de mentirnos unos a otros y ser lo que no somos.
Viendo este mensaje escrito en letras doradas - imagino que como parte del atrezzo de la obra - me pregunto si verdaderamente ha habido censura en ARCO. Ahí dejo la reflexión y de paso cuelo la mía. Un "artista" llamado Santiago Sierra, expone 24 retratos pixelados de personajes públicos completamente reconocibles. Acompaña los dibujitos en cuestión con la leyenda de "Presos Políticos". Como me he desentendido de la prensa desde que comenzó la performance catalana, no conozco bien los nombres, excepto el del pelambrón de Puigdemont, pero vamos tres de ellos son políticos catalanes acusados de sedición, uno a la fuga y otros en la cárcel. El castellano o español, es una legua inmensamente rica en matices, simplemente con escribir "Políticos Presos" el mensaje cambia radicalmente, pero se trata de provocar, no de alumbrar una obra maestra. Se trata de tener un momento de gloria dentro de una atmósfera de vacuidad. Hay que producir novedades a cada minuto, sin pausa. Y tener la suerte de que los comisarios de las ferias, mediocres y poco duchos en la cultura de masas, te retiren los cuadros haciéndote el favor de tu vida. Nuestro Santiago Sierra ha tenido ya su minuto de gloria efímera. No creo que consiga más. La era del arte provocativo ha pasado, la crisis la ha barrido. El ARTE se ajusta al Mercado más de lo que los artistas - con sus entendederas cósmicas escritas en letras doradas - perciben.
Bien, ahí queda mi opinión. Conste que este rollo descrito anteriormente lo anoté a mano en una mesa mientras tomaba un café rodeada de cuadros y montajes imposibles.
Ahora planteo un idea, y si - en vez de poner fotos pixeladas - el artista hubiese moldeado con sus manos las cabezas, y las hubiese colocado en una superficie plana simulando cabezas cortadas...
Como obra de arte, pues sinceramente, da susto. Pero al menos existe una materia prima, un talento a la hora de dar forma a una parte del cuerpo humano. ¿Alguien colocará esto en su casa? Otro punto a reflexionar. Imagino que si las cabezas son intercambiables, es decir, si un día pones a unos delante y a otros detrás, en función del cariño que les vayas cogiendo, la obra tendrá más venta. A mi, así a priori, el de la barba negra me cae mal, no se sabe si tiene los ojos cerrados o abiertos. La señora que está a su lado, es como grimosa, una mezcla entre Santa Catalina de Siena y la Reina Victoria de Inglaterra. Pero sí, podría pasarme horas moviendo las cabezas y buscándoles parecido. Lástima que no preguntase si tal cosa era posible, y si - para darle un toque de color a esta obra algo funesta - podía intercalar unas velitas de colores entre cabeza y cabeza. ¡Así, por la noche! Antes de meterme en la cama.
Yo - Minerva - daría comienzo al nuevo "Arte conceptual-intercambiable de combinaciones infinitas". Guaaauuuu... ¡Qué vértigo!
El siguiente paso es hacerme oír, y - para lanzar un mensaje claro de que es necesario escucharme - colocaría alrededor de mi nueva creación, unos audífonos gigantes. Sin filtros, sin mensajes subliminales. Primero intercambio cabezas, luego las ilumino y - posteriormente - me hago notar. ¡Y sin imágenes de sinvergüenzas en juego!
Un genio, soy un genio... Reconozco que me siento como pez en el agua. Me gusta ARCO, no por ello voy a privarme del placer de divertirme e imaginar. Es un hecho que hubo unos años demasiado extremos, demasiado absurdos, yo diría que entre 2005 y 2012. Obsesión con el desprestigio de la religión, aderezado con mensajes torticeros y obvios. Pero en los últimos años veo obra más interesante, que brinda la posibilidad de dejar volar la imaginación. Cuadros que compraría si, en vez de llevar unas gafas de plástico y un abrigo fabricado a base de despojos de petróleo, luciera un modelito de Prada y unas grandes gafas de Chanel. Pero claro, con lo del mi faceta de creadora del "Arte conceptual-intercambiable de combinaciones infinitas", puede que mi suerte de un giro radical y tenga que quemar el abrigo de mezclilla y decir que yo NUNCA imaginé que movía cabezas de cera de un sitio a otro. El hombre - como el arte - tiene que reinventarse en función de los vientos que soplen.
Mi cabeza no para de darme ideas.... ¡Se me acaba de ocurrir otra para completar la obra de las cabezas!! Ver los cráneos cercenados, lleva a preguntarse dónde están los cuerpos. Nada, muy sencillo, chamuscados y metidos en unas vasijas, que colocamos alrededor de la mesa... Simulando vasos canopos, como los que usaban en el Antiguo Egipto.
Haciendo juego con las velas. ¡Interesante! Sin duda...
Por cierto...
¿Alguien sabe que es esto?
Después de todo llego a la conclusión de que ARCO es un ente vivo, ágil y expresivo. Quizás mejor que ir a un Museo, estático e inmutable.
Pensad por vosotros mismos.
M.
Es más, la época del arte provocativo es tan vieja que aburre, ya Duchamp nos colgó el urinario y algún tonto cayó extasiado mientras él se moría de la risa.
Toda iniciativa privada (si logra hacerse un hueco a gran escala) acaba en manos públicas. Momento en el que es devastada. Ese es el debate, la inelasticidad del pensamiento público y su NO necesidad de justificar sus actos. No si es adecuado retirar una obra de arte que no es tal. Vamos, que es una caca pura.
Bien, ahí queda mi opinión. Conste que este rollo descrito anteriormente lo anoté a mano en una mesa mientras tomaba un café rodeada de cuadros y montajes imposibles.
Ahora planteo un idea, y si - en vez de poner fotos pixeladas - el artista hubiese moldeado con sus manos las cabezas, y las hubiese colocado en una superficie plana simulando cabezas cortadas...
Como obra de arte, pues sinceramente, da susto. Pero al menos existe una materia prima, un talento a la hora de dar forma a una parte del cuerpo humano. ¿Alguien colocará esto en su casa? Otro punto a reflexionar. Imagino que si las cabezas son intercambiables, es decir, si un día pones a unos delante y a otros detrás, en función del cariño que les vayas cogiendo, la obra tendrá más venta. A mi, así a priori, el de la barba negra me cae mal, no se sabe si tiene los ojos cerrados o abiertos. La señora que está a su lado, es como grimosa, una mezcla entre Santa Catalina de Siena y la Reina Victoria de Inglaterra. Pero sí, podría pasarme horas moviendo las cabezas y buscándoles parecido. Lástima que no preguntase si tal cosa era posible, y si - para darle un toque de color a esta obra algo funesta - podía intercalar unas velitas de colores entre cabeza y cabeza. ¡Así, por la noche! Antes de meterme en la cama.
Yo - Minerva - daría comienzo al nuevo "Arte conceptual-intercambiable de combinaciones infinitas". Guaaauuuu... ¡Qué vértigo!
El siguiente paso es hacerme oír, y - para lanzar un mensaje claro de que es necesario escucharme - colocaría alrededor de mi nueva creación, unos audífonos gigantes. Sin filtros, sin mensajes subliminales. Primero intercambio cabezas, luego las ilumino y - posteriormente - me hago notar. ¡Y sin imágenes de sinvergüenzas en juego!
Un genio, soy un genio... Reconozco que me siento como pez en el agua. Me gusta ARCO, no por ello voy a privarme del placer de divertirme e imaginar. Es un hecho que hubo unos años demasiado extremos, demasiado absurdos, yo diría que entre 2005 y 2012. Obsesión con el desprestigio de la religión, aderezado con mensajes torticeros y obvios. Pero en los últimos años veo obra más interesante, que brinda la posibilidad de dejar volar la imaginación. Cuadros que compraría si, en vez de llevar unas gafas de plástico y un abrigo fabricado a base de despojos de petróleo, luciera un modelito de Prada y unas grandes gafas de Chanel. Pero claro, con lo del mi faceta de creadora del "Arte conceptual-intercambiable de combinaciones infinitas", puede que mi suerte de un giro radical y tenga que quemar el abrigo de mezclilla y decir que yo NUNCA imaginé que movía cabezas de cera de un sitio a otro. El hombre - como el arte - tiene que reinventarse en función de los vientos que soplen.
Mi cabeza no para de darme ideas.... ¡Se me acaba de ocurrir otra para completar la obra de las cabezas!! Ver los cráneos cercenados, lleva a preguntarse dónde están los cuerpos. Nada, muy sencillo, chamuscados y metidos en unas vasijas, que colocamos alrededor de la mesa... Simulando vasos canopos, como los que usaban en el Antiguo Egipto.
Haciendo juego con las velas. ¡Interesante! Sin duda...
Por cierto...
¿Alguien sabe que es esto?
Después de todo llego a la conclusión de que ARCO es un ente vivo, ágil y expresivo. Quizás mejor que ir a un Museo, estático e inmutable.
Pensad por vosotros mismos.
M.
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